César  en Nave del Arte junto a su obra

César Fernández Pascual, pintor español nacido en Santander, se licenció en arquitectura técnica en la Escuela Superior de la Universidad Politécnica de Madrid en 1951, ciudad donde estudió asimismo pintura durante más de trece años. Esta preparación le ha permitido dominar el dibujo artístico y la pintura figurativa que caracterizaron las obras de sus primeros años. El conocimiento en profundidad de la historia del arte, y de la obra de los grandes pintores españoles y extranjeros, influyó profundamente en el joven pintor quien, tras haber vivido en numerosas ciudades españolas (su Santander natal, Sevilla, Huelva, Cartagena, Aranjuez y Madrid), se trasladó a Quito (Ecuador) ciudad que le permitió aproximarse a la realidad desde un ángulo diferente, más fresco y cargado de fuerza. Cuando en 1983 regresó a Madrid, emprendió su propio camino que le ha conducido a la creación de una amplísima obra.

Su carrera profesional, que ha compaginado con la pintura, imprimió carácter a su obra  y le dotó de independencia a la hora de abarcar los estilos más atrevidos y arriesgados. Preocupado por las cuestiones matéricas, César Fernández comienza a utilizar materiales muy variados como papeles y telas translúcidas, arpilleras, acrílicos, madera, entre otros y, como nota de novedad, incluye plásticos que dotan a su obra de originalidad y fuerza. El soporte que el pintor utiliza, madera en su mayoría, le sirve de base para la composición en forma de collage con materiales que rasga, superpone y en los que realiza incisiones y rugosidades que dotan a su pintura de gran fuerza. Sus obras, coloristas en su mayoría, aunque con un predominio del negro, del rojo y de los ocres, representan un exponente del informalismo más puro. Su creación se caracteriza por una elegancia compositiva de estructuras tectónicas unida a una emotiva y luminosa sensibilidad cromática.

Exposiciones individuales

2004     Centro Cultural de Las Rozas. Sala Caneja, Las Rozas, Madrid

              Casa de Cultura San Lorenzo de El Escorial, Madrid.

              Palacio de Congresos Príncipe Felipe, Oviedo.

              Galería Nave del Arte. Club Abasota. Madrid.

2003      World Fine Art Gallery. Nueva York, Estados Unidos.

2001     Hotel Majadahonda, Madrid

Exposiciones colectivas

2006    ARTMADRID, Galeria Nave del Arte, Madrid

2004    " Entrelaza2", Galería Nave del Arte, Madrid.

              DEARTE, Feria Nacional de Galerías Españolas, Madrid.

              Feria de Arte Independiente de Madrid, Madrid.

2003    Caellum Gallery. Nueva York, Estados Unidos.

              Promoción 2003: Energías Positivas, Galería Nave del Arte. Madrid.

              Feria de Arte Independiente de Madrid, Madrid.

Exposiciones permanentes

Aparthotel Londres, La Manga, Murcia

Restaurante La Reserva, Madrid

Restaurante Vía 59, Madrid

Hotel Mahadahonda, Madrid

Obra en colecciones:

Palacio de Congresos de Oviedo.

Originales solidarios

"Cesar Fernández presenta obras de las que destaca el estilo abstracto, elaborado a partir del collage con arpillera, plásticos…, técnicas mixtas, en obras como Composición I, Monks y América (además de Composición II, Composición III, Composición IV, Mask y Desembarco). En estas obras sobresale la iconología, sobre la iconografía, se impone la composición vertical sobre la horizontal, y el color sirve de nexo, pues es secundario con relación a los otros elementos que constituyen el verdadero fundamento de las obras seleccionadas y mostradas públicamente por el autor. (…..).”
 

“Existen autores profesionales que mantienen un estilo y no más, como referencia de su proyección y que hacer artístico, pero también sucede lo contrario, en el que la diversidad estilística termina caracterizando su producción de arte, en este ultimo sentido destaca la figura clave para el arte del siglo XX de Pablo Picasso. César Fernández es continuador de esta tendencia, como creador prolijo y estilista cambiante.

Si visto todo el conjunto pictórico de César Fernández se tuviera que definir en pocas palabras que se trata de un artista experimental, en el que el conjunto de su obra mayoritariamente está elaborada con total libertad personal,  y en la que la totalidad de la composición está por encima del detalle, porque cada una de las  partes: formas, color…, constituyen un conjunto peculiar, que termina siendo en suma el resultado importante para el autor, e igualmente para el espectador. Expresionistas de forma y color; abstractas por el predominio exclusivo del cromatismo, o neoimpresionistas con iconografías levemente reconocibles. La creación de César Fernández en su totalidad conforma un conjunto, compuesto de cientos de obras artísticas, con un determinado estilo cambiante, fundamentalmente abstracto, que a principios del siglo  XXI  de 2001 a 2003, es coherente, con una composición matérica de formas insinuadas y color.”

Miguel-Hector Fernández-Carrión

Ex Secretario general de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte

Miembro de la  International Association of Art Critics

Director del Centro Internacional de estudios y creación Artística y literaria

Miembro de la Unión de Periodistas de España

"La obra plástica del pintor ofrece una expresión de libertad de creación digna de agradecer en el mundo actual transido de profesionalismos  y funcionariados. Esta libertad no le ata a nada y surge de algo interior, de los recovecos del espíritu, como me gusta decir, que sopla donde y como quiere.

Las tablas reciben los acrílicos para ir conformando una figuración de fuerte iconicidad a pesar de su abstractismo formal. La rugosidad de las arpilleras, telas de saco y paneles de plástico duro o blando, muy perceptibles bajo el color pretenden un contacto directo con la materia que las gamas tonales no hacen sino subrayar con potencia expresiva. Los trazos y los trozos se salen del marco, continúan, se aproximan, se alejan, retroceden en el imaginario del espectador como si se tratara de un campo cósmico, de un magma inmenso, únicamente acotado por un fragmento microscópico ampliado. En definitiva una organización irregular de la materia que nos esconde su estructura a punto de mostrarla espléndida con el devenir del tiempo y la evolución del cosmos.

Las grandes áreas de colores puros equilibran masa, color y espacio dentro de un conjunto en continua expansión como si el binomio dialéctico complejidad-orden, muy bien expuesto en estas obras, debiera ser resuelto por el espectador.

La pintura de César Fernández se sitúa en el nexo entre los puros expresionistas abstractos y los expresionistas espaciales, equilibrándolos con una mesura arquitectónica que deja abierta la puerta y la mirada del espectador para que continúe la contemplación del universo, del externo y del suyo propio y personal. Sabemos que César ha pretendido justamente tal deber, pues no sólo desea epifanear su rica vida subconsciente, su mirada sobre las cosas, su interpretación, ahora consciente, del ser y el estar internos y externos, sino que pretende que el espectador tome partida emotiva, anímica y estética, sintiéndose protagonista de un acontecer del que el artista le presenta una muestra concreta y  reciente gracias a su espontaneidad expresiva, al automatismo repentizado y a su actividad rápida y ligera pero cargada de intención y sentido.

La obra de César no deviene un acontecimiento extraño sino que se inscribe en su propia vida lo mismo que comer, pensar, sentir... y  resulta por lo mismo, libre y espontánea, pero también racional y organizada lo que le permite comunicar y comunicarse, descubriendo lo que muchas personas sienten sin saberlo, saben sin decirlo, ayudándoles a conocerse a sí mismos, a contemplar lo que les rodea y a admitir que los “poetas” (artistas, pintores, músicos...) en el fondo nos plagian, como decía Ortega."

Fdo: Jesús Viñuales

Catedrático de Historia del Arte

Ex-Director General de Bellas Artes

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Revisado el: 20 de febrero de 2006.